Narcís Serra, dietas para políticos

Acabar con las dietas de políticos y altos cargos sería una buena táctica para regular esta maldita crisis. Las dietas equivalen a sueldos y sobresueldos encubiertos de esta nueva aristocracia del siglo XXI, nuestros dirigentes. Un sueldo normal de usted o mío contabilizan como renta y por lo tanto hay que declararlo para que nos resten el IRPF correspondiente, pero una dieta NO. Por lo tanto cuando un dirigente deja de serlo pero se hace presidente de una entidad bancaria de forma honorífica, tenga o no sueldo asignado, cobra muchas dietas que le pueden resultarle mucho más rentables que una nómina, e insisto, las dietas no están sujetas a IRPF y por lo tanto, no hay que declararlas. Pongamos por ejemplo al señor Narcís Serra, exministro de defensa y posterior presidente de Catalunya Caixa, hoy en apuros por mala gestión financiera. Inicialmente Narcís Serra no ostentaba sueldo pero recibía a cambio muchas dietas que equivalían a una nómina con creces. Recientemente se le ha pedido que preste declaración ante la Comisión de Investigación de las Entidades Financieras. En otros casos, como presidentes, exconsejeros u otros representantes políticos, aún habiendo cesado en su cargo, continúan cobrando un sueldo durante muchos meses más unas sustanciosas dietas. Si la Constitución declara que todo español se merece iguales derechos, queda clara la desigualdad entre un pueblo que paga sueldo, dietas y regalos a otra minoría que dicta leyes para enriquecerse. En fin, que éstas, las dietas, significan mucho dinero descontrolado que en nada pone a dieta a esta nueva aristocracia del S. XXI.